Internet de las cosas IoT

 
El Internet de las Cosas (IoT) es un sistema de dispositivos electrónicos que pueden comunicarse e intercambiar datos automáticamente a través de una red sin intervención humana.

Los sistemas del IoT recopilan, procesan e intercambian información principalmente, y su uso abarca prácticamente cualquier tipo de aplicación: desde teléfonos, cámaras, sensores de movimiento, estaciones meteorológicas y lavavajillas hasta vehículos, maquinaria industrial e incluso prendas de vestir de uso diario. La magnitud de los cambios que se han producido tras la adopción generalizada de los sistemas del IoT ha abarcado casi todos los ámbitos de nuestra vida.

¿Cómo utilizar el IoT en la industria?

Las aplicaciones industriales del IoT se conocen como Internet Industrial de las Cosas (IIoT), fábricas inteligentes o fábricas conectadas. El IIoT se refiere a las soluciones del IoT en el sector industrial: es una red de instrumentos y dispositivos interconectados que cooperan entre sí en las áreas de TI y tecnología operativa (TO).

Los beneficios de implementar el IoT incluyen:

  • Mayor eficiencia de los procesos y las actividades de los empleados; reducción de costos y tiempo dedicado a la monitorización y análisis del funcionamiento de las máquinas;
  • El uso del mantenimiento predictivo, que reduce el tiempo de inactividad de la planta;
  • La capacidad de predecir fallos, prevenir defectos y responder de inmediato a los problemas;
  • Un conocimiento más preciso de los procesos de la planta;
  • Control remoto: mayor seguridad al operar la maquinaria;
  • Una mejor comprensión de los clientes: sus necesidades y cómo utilizan los productos;
  • Servicio de garantía y posgarantía simplificado;

En la agricultura, el IoT proporciona mejores condiciones laborales a los agricultores y simplifica las tareas, por ejemplo, gracias a sensores que recopilan datos sobre la pluviosidad, la temperatura, la presión y la composición del suelo, para luego tomar las decisiones más eficaces.

La construcción y la arquitectura, por otro lado, pueden usar el IoT para construir edificios o puentes con mayor precisión, así como para predecir y detectar cambios en su construcción.

La domótica y la tecnología de hogares inteligentes, gracias a la introducción del IoT, obtienen la capacidad de monitorear y manipular los sistemas eléctricos y mecánicos de un edificio.

El Internet de las Cosas en la Práctica

Los dispositivos industriales que se pueden conectar dentro del Internet de las Cosas incluyen:

  • Robots autónomos
  • Máquinas inteligentes
  • Cámaras y sistemas de monitoreo
  • Módulos y sensores
  • Ordenadores
  • Servidores

Los datos se recopilan mediante sensores apropiados, que son responsables de recibir y codificar estímulos y transmitirlos como información para su posterior análisis.

Entre los sensores más populares utilizados en máquinas se encuentran:

  • Sensores de proximidad: determinan la distancia de un dispositivo a otros objetos
  • Sensores capacitivos: identifican diversos materiales
  • Sensores de temperatura
  • Sensores ópticos: responden al movimiento
  • Sensores ultrasónicos: determinan la distancia
  • Sensores de presión: controlan la resistencia
  • Sensores de galgas extensométricas: miden el peso y la fuerza de presión

El Internet de las Cosas es el futuro de la Industria 4.0

Centros analíticos digitales

Los edificios modernos operan con sistemas cada vez más complejos que requieren alta eficiencia, funcionalidad y organización. El IoT puede garantizar el funcionamiento eficiente de los centros de análisis digitales, recopilando datos de dispositivos y plantas, así como los parámetros necesarios para tomar decisiones como la asignación de energía. Ejemplos de aplicaciones para este tipo de solución incluyen sistemas de ventilación y plazas de aparcamiento, controlados por un sistema de control de acceso al edificio, así como estructuras de ingeniería que requieren monitorización de su estado.

Casa inteligente

El término casa inteligente se refiere a edificios residenciales interactivos que utilizan sistemas inteligentes, incluyendo sensores y controladores para sistemas como aire acondicionado, calefacción central, ventilación, iluminación, electrónica, electrodomésticos y sistemas de alarma. Tanto el sistema completo como los componentes individuales se controlan a través de un centro de control (Gateway), que puede conectarse desde cualquier lugar del mundo mediante una aplicación móvil. Controlar las funciones básicas del hogar desde un teléfono o una tableta es especialmente valioso, por ejemplo, para personas con movilidad reducida.

Dispositivos inteligentes

Los asistentes de voz, como Amazon Echo o Google Home, utilizan comandos de voz para obtener la información necesaria y controlar otros dispositivos inteligentes conectados a la red.

Pulseras inteligentes/de actividad: pulseras deportivas que miden la frecuencia cardíaca, cuentan los pasos o incluso monitorizan el sueño.

Relojes inteligentes: relojes que combinan las funciones de un teléfono y una pulsera deportiva, lo que permite conectar el teléfono, enviar mensajes, recibir llamadas, controlar la música, etc.

El Internet de las cosas (IdC) y las amenazas asociadas

El desarrollo de la tecnología aporta numerosos beneficios que nos facilitan la vida y aceleran el desarrollo económico, social y tecnológico del mundo. Hoy en día, casi todos los dispositivos recopilan información sobre el usuario y su entorno, lo que ha traído consigo una nueva amenaza, característica del mundo del siglo XXI: el robo de datos y su explotación por parte de terceros.

El sector de la ciberseguridad y la protección de datos aún está en desarrollo, pero el progreso tecnológico supera con creces el desarrollo de la sociedad y su capacidad de adaptación a las nuevas realidades. Nos estamos quedando atrás del progreso tecnológico, lo que conlleva numerosos problemas nuevos que aún no podemos abordar ni contrarrestar eficazmente.

Los sistemas del IoT, sin duda, facilitan la vida de las personas y representan un futuro inevitable en el que estamos empezando a desenvolvernos gradualmente, pero también traen consigo numerosas controversias y debates sobre temas legales, políticos y éticos.

Al elegir una tecnología del IoT, la consideración más importante es la seguridad de nuestros datos. Por lo tanto, antes de comprar, conviene consultar con su proveedor sobre el nivel de seguridad de la red, si tiene acceso a soporte técnico y si el desarrollador proporciona actualizaciones adecuadas y periódicas de la aplicación de control y el firmware del dispositivo.

 

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